24 febrero 2014

Conondale National Park

¡Qué mejor manera de pasar uno de los días más calurosos del verano en Queensland, que ir a un parque nacional con cascadas y ríos para darte un chapuzón! Nos recomendaron este parque, que está a unos 130km al norte de Brisbane; así que decidimos alquilar un coche y pasar dos días por la zona.  Un pequeño consejo si se quiere ir es... NO FIARSE DEL GOOGLE MAPS! El parque tiene dos accesos, uno desde el pueblo de Kilcoy y otro por Kenilworth. Si el coche no es un todoterreno hay que entrar por este último, yendo por la carretera de Kenilworth a Maleny. Después de perdernos varias veces por el camino, llegamos finalmente a media mañana; así que nos quedamos en la zona de Charlie Moreland, lugar que separa los parques de Conondale e Imbil State Forest. 
Desde este punto se llega a una piscina natural del Little Yabba Creek (riachuelo) y  se pueden hacer varias excursiones cortas. Además, hay una zona de acampada con barbacoas NO eléctricas...para una vez que llevábamos carne, resulta que nos hace falta carbón!!! Pero le echamos morro y nos acabaron haciendo las hamburguesas una familia! Nosotros sin comer no nos quedamos :-D

Charlie Moreland camping

Hicimos el circuito de Piccabeen circuit de 3.5km, que se adentra por el bosque y en el que se puede ver un tipo de palmera, Piccabeen palm grove, de ahí el nombre del camino. Y como no...lagarto a la vista!!!!

Pasamos la noche en un punto de la carretera principal, en el que se podía acampar una noche y que estaba más cerca de la zona a la que íbamos a ir al día siguiente.  Al no tener tienda, dormimos en el coche...toda una odisea porque no paraban de entrar mosquitos...para la próxima vez, lección aprendida: MOSQUITERA! También conocimos a otro habitante de la zona, que vino atraído por la luz y no paraba de seguirnos!

Al día siguiente nos esperaba un largo día de bushwalking! Nos dirigimos a la zona de Booloumba Creek, que es el inicio de varias excursiones del propio parque de Conondale.  A lo largo de estas caminatas hay muchas zonas con cascadas y piscinas de agua natural, y es por esta razón por la que el parque es tan conocido. El camino más famoso es el llamado Conondale Great Walk, de 56 km de longitud, que rodea el parque ofreciendo vistas de las gargantas y los diferentes saltos de agua del río, muy recomendable para los amantes de la naturaleza. 

Hicimos la excursión de las Artists Cascades (11km ida y vuelta), en la que te adentras en un bosque subtropial con zonas de mucha humedad. En el camino había varios desvíos para ir a otras lugares, como la torre de vigilancia contra incidencias (Mount Allan fire tower) y una antigua mina de oro cerrada desde el 1920. La torre justamente estaba cerrada por rehabilitación, así que lo descartamos. Sin embargo, ver la entrada de una antigua mina de oro nos hacía gracia, así que allá fuimos. De vuelta hacia el camino principal, nos encontramos con el único animal típico de los bosques australianos que aun no habíamos visto y no muy querido, especialmente por mi...una pitón de un metro y medio!! Aunque a David creo que tampoco le hacen mucha gracia, nunca lo he visto tan pálido! Estaba a dos palmos de mis pies, así que imaginaos el susto que me llevé. Para entonces lo único que quería era volver al coche y eso que aún no habíamos llegado al destino! Estábamos solos, con eso cerca y sin cobertura! 

Después de este pequeño percance, continuamos hasta las Artists Cascades y allí nos dimos un chapuzón...unas cascadas para nosotros solos!! Se nota que la excursión era larga para ir en família. Estuvimos un rato relajándonos y disfrutando del paisajes, del sol y del agua cristalina. 




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